(Viernes 12/08/2022)
Maestro que en su día aprendió igual que todos vosotros a ser un Ser de Luz en la Tierra.
Queridos hermanos del planeta Tierra, estoy aquí para avisaros de que van a venir grandes tempestades, grandes perturbaciones, grandes desolaciones. Tenéis que estar lo mas fuertes posible. Invocad a la Luz porque muchos Maestros de Luz estamos aquí para ayudaros, para
ayudaros a caminar en este sendero que es la vida.
Decidme queridos hermanos: ¿Qué os preocupa? ¿Qué necesitáis?
Vosotros estáis al servicio de todo lo Poderoso que es el Todo. El Todo o la Nada, la Nada y el Todo, es un conjunto que no se
puede separar. Todo lo que esta pasando en la Madre Tierra es de todos. Es un conjunto de todo lo que cada ser vivo esta viviendo, por eso todos somos uno, porque todo se suma y todo se resta, todo llega a todos.
Queridos hermanos, dad la mano al compañer@ que tengáis al lado, dad la mano al mas necesitado, ayudad a los que están intentando salir de ese pozo. Dar la mano a los demás, es dártela a ti mism@. Nunca renuncies a esto porque estarás renunciando a ayudarte a ti, a tu corazón, a ese corazón que late junto a la Madre Tierra.
Imaginaos a ese corazón enorme que envuelve a la Madre Tierra, es responsabilidad de todos mantener ese corazón fuerte, latente, lleno de amor, de sabiduría… ¿A qué esperáis para reaccionar? ¿A qué esperáis para hacer? Haced lo que vuestra alma pide, lo que el alma os
muestra, ¿A qué esperáis a ayudar a los demás?
¿Qué miedos hay en ti? ¿Qué miedos percibes que no te dejan avanzar, que te anclas en ellos y no te dejan respirar? Avanzad todos juntos, dándoos la mano unos a otros, para poder realizar este propósito que hemos venido a cumplir en esta vida, en este encarnación, que es ni más ni
menos que cambiar este paradigma, esta manera de ver el mundo, este renacer. Todos y cada uno de vosotros estáis bendecidos, estáis bendecidos por los grandes Maestros de Luz.
No tengáis miedo, no tengáis miedo, cogeros fuerte de las manos y caminar hacia delante, sin mirar atrás. Todo se está cayendo por su propio peso, vosotros mirad hacia delante y ayudad al que tenéis al lado, porque la UNIDAD MUEVE MONTAÑAS.
Gracias queridos hermanos del planeta Tierra, os ha hablado Melquisedec a vuestro servicio.